La pandemia comenzó a mitad de mi sexto semestre de bachillerato, el cual cursaba en CCH Azcapotzalco, y dejé de ir a finales de febrero/principios de marzo del 2020. Actualmente estudio en la Fes Cuautitlán Campo 1 la carrera de diseño y comunicación visual, por lo que ya llevo año y medio de clases en línea. Al principio, cuando dejé de ir al plantel no sentí tan duro el cambio, porque realmente no tenía clases en línea, sólo tareas y actividades que enviaban los profesores, y aunque no tuve mayor problema con estas, lógicamente no era lo mismo que el profesor explicara los temas y tuviéramos la oportunidad de expresar nuestras dudas, a que sólo pudiéramos leer instrucciones y documentos.
Comencé la carrera en septiembre del 2020 y esta vez sí tuve clases en línea, y honestamente ha sido algo tedioso, mucho más durante los primeros meses en los que apenas me estaba acostumbrando a esta modalidad y a tener que entregar todos mis trabajos y tareas digitalmente, hacer exámenes en plataformas, no conocer a los profesores ni a mis compañeros en persona... a esto le puedo sumar problemas de conexión, la poca experiencia que teníamos con las plataformas como Zoom o Google meet, y la sobrecarga de trabajos que se venía encima de vez en cuando.
Ahora en mi tercer semestre ya estoy mucho más acoplada a las clases en línea y hasta han logrado gustarme, sin embargo, el regreso a clases presenciales está cada vez más cerca, y lo que esperaría de la vuelta a los planteles, sería principalmente paciencia y comprensión, tanto de mis profesores como de mis compañeros, pues sin dudas la pandemia nos ha cambiado, y cuando volvamos a las escuelas será todo completamente diferente, tardaremos en adaptarnos de nuevo a la modalidad presencial. Cuando esto ocurra, de verdad espero que el regreso a clases sea mixto, es decir, algunos días en línea y otros presencial; creo que esto nos será de gran ayuda para ir adentrándonos a la nueva normalidad que ha traído la pandemia.
Durante la pandemia no he tenido prácticamente nada de contacto con compañeros o amigos, más que por mensajes y unas cuantas videollamadas, por esto pienso que me será un poco complicado volver a tener contacto con tanas personas de golpe, aunque el aislamiento también me ha ayudado a conocerme mucho mejor a mi misma y saber de lo que soy capaz, hablando de trabajos y actividades escolares. Para mí, cursar el CCH fue una de las mejores experiencias de mi formación académica y si tuviera que decir cómo mejorarla, pienso que deberíamos promover a la comunidad del plantel que alcen la voz cuando tienen algún problema o conflicto, y qué mejor que la misma comunidad CCHera para lograr esto. Conferencias, exposiciones, asambleas, todo de alumnos para alumnos, porque la comunidad unida lo es todo.
